fbpx

3 pasos simples para mejorar tu concentración

Andrés Nieto

19 Enero 2021

En este último año, concentrarse se ha hecho más difícil. En muchos casos, el estar encerrados en la casa o departamento, con tantos dispositivos a nuestro alrededor, hace que nuestra atención vaya de un lado para el otro, sin descanso. 

El problema es que, para avanzar en nuestros proyectos o tareas y aprender significativamente necesitamos esos momentos de concentración. Si no lo logramos es casi imposible aprender o avanzar de verdad. 

Como nos dice Cal Newport, en esta era, la concentración es una habilidad cada vez más rara…

 

Pero no hay que olvidar que la concentración es también una acción consciente. Eso quiere decir que tu mente re-direcciona voluntariamente tu atención hace lo que tu elijas. Tu puedes controlar ese proceso, o al menos eso nos dice la teoría… 

Obviamente el contexto no es las más favorable hoy en día, pero puedes controlar tu entorno y tus sesiones de trabajo para que sean más «concentradas». El profesor Newport en su libro Deep Work nos dice que una de las formas para crear esos momentos de concentración es crear rituales de trabajo concentrado. 

Eso quiere decir tres cosas:

  • Crear un espacio de trabajo que te ayude a concentrarte
  • Lograr concentrarte en la tarea del momento.
  • Incluir algún tipo de estímulo cognitivo en tus sesiones.

Hoy veremos tres consejos para hacer de tus sesiones de trabajo todo un ritual digno de los grandes pensadores.

 

Arregla tu espacio de trabajo

 

La primera actividad para construir un ritual de concentración es mejorar tu espacio de trabajo. 

Todos hemos vivido lo que es trabajar desde casa estos últimos tiempos, y les digo, no es nada fácil. Sobre todo, cuando no tienes mucho espacio. Pero hay algunas mejoras que puedes implementar para que tu espacio apoye tu concentración. 

Para Thomas Frank lo más importante es que tu espacio de trabajo debe estar separado del resto de lugares de la casa y aislados del ruido. 

Si no tienes un sitio dedicado sólo al trabajo o estudio, piensa en un lugar que esté frente a una pared vacía, que se pueda instalar y desinstalar fácilmente (mesas replegables, por ejemplo). 

Y sobre todo no lo pongas frente a la televisión mientras tu esposa mira series de Netflix con los niños. 

El segundo consejo tiene que ver con las cosas o herramientas que puedes tener en tu espacio de trabajo. A mí me ha funcionado mucho tener una pizarra pequeña, donde puedo anotar las tareas del día y me ayuda a mantenerme enfocado. 

Otro de los artículos más útiles para mí son los audífonos. No tengo suficiente dinero para comprar audifonos antiruido pero basta con audífonos cerrados para no escuchar los gritos de tus hijos en la distancia… Y obviamente puedes escuchar música de estudio para darle un mejor efecto. 

Otro consejo es cuidar tu ambiente tecnológico. Eso quiere decir que debes intentar que tu espacio de trabajo electrónico tenga la menor cantidad de distracciones.

  • Crea un usuario diferente en tu computador que se llame «Trabajo» por ejemplo. Cuando utilices ese usuario no tengas instaladas todas las aplicaciones/juegos que tienes en tu sesión normal.
  • Instala una aplicación para que bloquee las páginas web y/o aplicaciones que te distraigan (Blocksite o Freedom).
  • El consejo más importante: deja de lado tu teléfono. Déjalo en otro cuarto o instala alguna aplicación que bloquee tu teléfono mientras estudies o trabajes. (Forest)

Son consejos fáciles de implementar, pero te darán un espacio de trabajo recargado para mejorar tu concentración.

 

Trabajar en casa: cómo usar tu espacio de trabajo
(Working from Home: How to Set Up Your Workspace)

Concéntrate en una actividad

Si una vez que te sientas a trabajar te distraes fácilmente, es tal vez porque te hacen falta tareas más enfocadas. El problema con la concentración es que no ayuda mucho repetirse a uno mismo «Concéntrate, concéntrate, concéntrate» para estar realmente concentrado.

Por eso Scott Young nos propone utilizar tareas enfocadas, con un objetivo, en nuestras sesiones de trabajo o estudio.

Esta idea viene del famoso aprendizaje activo. Y nos dice básicamente que para mejorar tu concentración y retención de la información debes involucrarte activamente con el material de estudio.

Las tareas enfocadas pueden aplicarse en muchas situaciones. Por ejemplo, si estás aprendiendo Inglés, es mejor aprender vocabulario haciendo asociaciones gráficas entre palabras que solo aprendiendo su traducción.

Si estás leyendo un libro, subrayar o recopiar partes enteras no sirve de mucho pues no estás interactuando con el contenido. Es mucho más útil si al final de cada párrafo parafraseas la idea principal o te haces preguntas.

Y cuando estás en una conferencia o viendo un video en Youtube, en vez de recopiar textualmente lo que se dice, es mucho mejor tomar notas con tus propias palabras, haciendo analogías o pensando en ejemplos propios, incluso si tus notas son más desordenadas y escasas.

En definitiva, para mejorar tu concentración durante una tarea es mejor involucrarse con el contenido, hacerlo más activo, reflexionar sobre lo que te están diciendo.

Así haces un esfuerzo mental y es más fácil concentrarte y por ende retener mejor las ideas.

¿Te distraes fácilmente? Utiliza tareas enfocadas mientras aprendes.
(Easily Distracted? Use Orienting Tasks While Learning.)

A mover el esqueleto

 

El último consejo que te traigo para tener un super ritual de trabajo concentrado es incluir movimiento físico antes o durante tus sesiones.

Hay muchos ejemplos de grandes pensadores que hacen ejercicio antes de cada sesión de trabajo. Pero me gusta más el de Charles Darwin. Uno pensaría que se pasaba todo el día escribiendo su libro El origen de las especies, pero la verdad es que tomaba largas pausas para ir a caminar por el bosque. ¡Llegaba incluso a caminar por tres horas seguidas!!!

En fin, no tenemos que obsesionarnos con largas caminatas antes de cada sesión, pero ayuda mucho a mantener nuestra concentración y salud mental.

Para mencionar dos de los beneficios comprobados por investigaciones científicas, les puedo decir que el ejercicio ayuda a mejorar las funciones cognitivas, y sobre todo ayuda en el control de la atención, es decir en la concentración.

Lo bueno de todo esto es que no necesitas hacer, como Darwin, tres horas de caminata. Según algunos estudios, incluso haciendo pequeñas sesiones de ejercicio de 12 minutos, puedes tener efectos positivos en tu salud física y cognitiva.

Así que inténtalo, incluye alguna actividad antes o durante cada sesión de trabajo y verás cómo mejora tu concentración.

 

Eso es todo por hoy, no te quedes sin poner en práctica alguno de estos consejos. Estoy seguro que si aplicas al menos uno de ellos te ayudará a mejorar tu concentración y te dará el impulso para seguir aplicando los demás consejos.

Porque recuerda, la concentración va más allá de sólo mejorar tu aprendizaje, es una habilidad que le da un nuevo enfoque a tu vida. No por nada monjes de todas las religiones pasan mucho tiempo perfeccionándola. Como nos dice Cal Newport,

«Lo que elegimos concentrarnos y lo que elegimos ignorar, juega un rol importante en la calidad de nuestra vida».

 

¡Nos vemos en la próxima Newsletter!