Guía completa de aprendizaje acelerado para emprendedores digitales curiosos
Tiempo de lectura: 16 minutos
Si eres un emprendedor curioso, sé que tienes esa sensación incómoda de estar siempre buscando nueva información pero que difícilmente llegas a aplicar.
Porque seamos sinceros, lo que estudiamos en el colegio no sirve de mucho cuando tienes que aprender temas tan diferentes: marketing, ventas, diseño web, networking, creación de contenido, por mencionar unas pocas.
Muchos de nosotros nos metimos en el emprendimiento por esas ganas de hacer lo que nos gusta y porque tal vez no queríamos pasar diez horas al día recibiendo órdenes del jefe.
Pero al hacerlo, entramos en un mundo dónde las cosas pasan muy rápido y el grado de incertidumbre es muy alto.
Y para reducir esa incertidumbre, hacemos lo que los seres humanos han hecho durante siglos: aprender…y aprender rápido para que no nos gane la competencia.
Pero vivimos en un mundo muy diferente al de nuestros tatarabuelos cazadores-recolectores.
Hoy en día hay demasiada información y conocimiento disponible, y eso hace que todo cambie muy rápido. Lo que sabías sobre marketing hace cinco años, hoy tal vez debas volver a aprenderlo.
Es una de las razones por las que es tan importante tener un sistema que te permita aprender eficientemente, que te ayude a que la tierra sobre la que pisas en el planeta emprendedor sea más firme.
Por eso, en esta guía veremos algunos principios y técnicas para aprender más eficientemente y que te ayuden a lograr tus objetivos.
Ahora, sé lo que se siente, he estado ahí buscando información a diestra y siniestra, sin estar seguro de cómo aplicar lo que iba aprendiendo.
Me encantan los procesos y por eso busqué por todos lados algo que me ayude, y te puedo asegurar que puedes cambiar la forma en la que aprendes en esta era del internet.
Porque al final de cuentas, algún punto todos los emprendedores nos preguntamos:
¿Cómo puedo aprender más rápido y dejar de perder el tiempo viendo videos inservibles en Youtube?
Por qué necesitas ser el mejor
Pero antes de entrar de lleno a algunos consejos para aprender más rápido, debes convencerte de que no quieres seguir aprendiendo y trabajando normalmente.
Primero que nada, vivimos en un contexto de trabajo que no ayuda: correo electrónico, redes sociales y ahora metaverso.
El problema es que todas estas nuevas tecnologías tienen consecuencias profundas en la forma en la que trabajamos.
Dime si puedes pasar más de dos horas sin revisar tu correo electrónico o sin ver tus mensajes en Slack.
Nos ponemos en una situación en la que nuestra mente está todo el tiempo tentada por distracciones externas.
Por ejemplo, RescueTime, una compañía de software de seguimiento de tiempo, midió recientemente el uso del correo electrónico y calculó que los usuarios revisaban el correo electrónico o mensajería instantánea, una vez cada seis minutos en promedio.
Demasiado ¿verdad?
En el año 2012 (¡hace 10 años!), un estudio de la consultora McKinsey decía que:
«El trabajador del conocimiento promedio pasa más del 60% de la semana laboral dedicado a la comunicación electrónica y la búsqueda en Internet, con cerca del 30% del tiempo dedicado a leer y responder correos electrónicos.»
Obviamente, esto tiene consecuencias en la forma en la que trabajamos.
Primero porque normalizamos el hecho de estar distraídos todo el tiempo. Piensa en todas las veces que para estar ocupado, te pones a revisar tu correo o tus mensajes. Creemos que trabajar es estar en el correo o en Whatsapp.
En segundo lugar, nuestra forma de trabajar cambia…
El trabajo superficial
Para Cal Newport, la mayoría de trabajadores del conocimiento y emprendedores digitales pasan la mayor parte de su tiempo haciendo trabajo superficial. Este tipo de trabajo lo hacemos cuando ejecutamos:
«Tareas no cognitivas, logísticas, muy frecuentemente realizadas mientras estamos distraídos. Estos esfuerzos tienden a no crear mucho valor en el mundo y son fáciles de replicar.»
¿Si te das cuenta de que no avanzarás mucho en tus objetivos y emprendimiento si inviertes tu tiempo así?
Y una de las consecuencias de este trabajo superficial, que difícilmente sospechamos, es que al pasar tu día revisando tu bandeja de entrada, vas perdiendo poco a poco tu capacidad para hacer trabajo de calidad, es decir trabajo concentrado y que traiga verdadero valor a tu emprendimiento.
¡Ya vienen los robots!
Además de la forma superficial en la que trabajamos, los avances tecnológicos van a cambiar el panorama del trabajo y el emprendimiento.
Es decir que las cosas se pondrán más complicadas con la llegada de la inteligencia artificial.
Solo para ponerlo en perspectiva, se espera que en los próximos diez años un billón de trabajos serán transformados por la tecnología. Y no hablemos de las pérdidas masivas de trabajo para no ponernos más negativos todavía.
Para el sociólogo alemán Ulrich Beck, el desempleo y la precariedad del trabajo se convertirá en una situación permanente, endémica, causada por nuestros buenos amigos los robots.
Eso quiere decir que ya no existirá el «trabajo para toda una vida» de antaño, pues los avances tecnológicos los volverán obsoletos y tendremos que cambiar de ocupación constantemente.
“La economía del conocimiento y los avances tecnológicos, entre ellos la automatización y la inteligencia artificial, hacen que, por ejemplo, es muy posible que, próximamente, un robot diagnostique tu próxima enfermedad.”
Todo esto para decir que, en un mundo con tantos robots haciendo tu trabajo, no puedes perder el tiempo revisando mensajes de correo…
Además, necesitas ser bueno en lo que haces
Y por si fuera poco, hay que agregarle un ingrediente más a la sopa ????.
¿Haz escuchado de la ley de Zipf?
Pues en pocas palabras no dice que, en lo que al lenguaje se refiere, utilizamos algunas palabras más que otras según una distribución determinada.
Por ejemplo, en este artículo, la palabra “que”, la más utilizada, la uso el doble de veces que la siguiente palabra «de», el triple de veces que la tercera, el cuádruple de veces que la cuarta, y así sucesivamente.
Lo interesante de esta ley es que se puede ver esa distribución en cosas tan alejadas del lenguaje como los habitantes que hay por ciudad, tamaños de empresas, ventas de discos de música y hasta tráfico de páginas web.
¿Qué quiero ir con esto?
Pues que como bien lo explica Seth Godin en su libro The Dip, los ganadores ganan en grande porque el mercado ama a un ganador.
Eso quiere decir que:
- Con tiempo u oportunidades limitadas, intencionalmente reducimos nuestras opciones a los que están en la cima.
- Si no vas a esforzarte para intentar ser la mejor opción posible, ¿por qué molestarte?
Crudo pero cierto.
De ahí se deriva una ley que podríamos llamar «La ley del Poder «, en la que la distribución de las cosas no son normales en el mundo sino que privilegian a una parte muy pequeña de las personas, emprendimientos o contenidos.
Es decir, el mercado privilegia a unos pocos.
Por ejemplo, en el mundo del marketing de contenido, las personas que publican el mejor contenido consiguen el 95% de la atención del internet. Mientras que el contenido mediocre recibe un 4% y el contenido malo prácticamente 0%.
En este mundo, necesitas apuntar alto.
Necesitas otra forma de aprender y trabajar.
¿Te das cuenta que en este contexto es muy importante cambiar tu forma de aprender y trabajar?
En este mundo, no habrá espacio para aprender superficialmente, dando un 30% de tu atención y esfuerzo a las tareas que realices.
Porque hay otro factor que debes tomar en cuenta: la mayoría de personas aprenden así.
En mi época de asalariado, trabajando en una gran oficina abierta, la mayoría de personas se la pasaban en cháchara, o en sus teléfonos móviles revisando sus mensajes. Me pasó a mí sin darme mucha cuenta.
Y por esta misma razón, esta situación hace que el trabajo concentrado sea más escaso, pero al mismo tiempo más valioso.
Por eso, para Cal Newport, los trabajadores del conocimiento que logren dominar esta habilidad, son los que tendrán éxito y logren aprovechar esta coyuntura.
Erick Barker lo dice elocuentemente:
“La concentración es el “superpoder del siglo 21”.
Todo esto para convencerte de que, para mantenerte valioso en el mercado laboral, debes ser capaz de aprender cosas rápidamente y profundamente, y para lograrlo necesitas una estrategia y flujos de trabajo predecibles. No hay vueltas que darle.
Aprendizaje Acelerado para emprendedores digitales
Ahora que sabes lo importante que es aprender y trabajar profundamente, ¿cómo comienzas?
Lamentablemente la única referencia que tenemos es nuestros años pasados en el colegio y la universidad, dónde la mayoría de veces nuestras sesiones de estudio eran como entrar en la dimensión desconocida.
Trabajo concentrado significaba revisar los apuntes por quince minutos y luego una “pequeña” pausa de quince minutos para revisar los mensajes del Facebook.
Y si por suerte eras de las personas que no se distraen, pues estudiar se traducía en leer en voz alta el libro de texto y tus apuntes…una y otra vez…
Difícilmente podemos aprender algo a largo plazo de esa manera.
Y como lo dije anteriormente, esta forma de trabajo y estudio se puede convertir en un hábito y limitar nuestra capacidad para concentrarnos a largo plazo.
Pienso que el sistema educativo se “olvidó” de darnos las herramientas para aprender de forma autónoma y eficiente.
Pero bueno, hay que hacer con lo que se tiene…
Ahora si eres como yo y creciste en medio del caos, te cuento que si hay salvación.
Tal vez no es la que te imaginas porque no es una solución mágica que soluciona tus problemas en una semana.
Pero son soluciones que te permiten desarrollar los cimientos para aprender significativamente y tener momentos de trabajo profundo, que te permita estirar tus habilidades al máximo.
Paso 1: Trabajo Profundo, el pilar de todo
Ahora, siguiendo uno de los valores que me inspiran, es muy importante cultivar la concentración. Para Cal Newport, la solución al trabajo superficial es lo que él llama “Trabajo Profundo”:
“Actividades profesionales realizadas en un estado de concentración sin distracciones que empuja nuestras capacidades al límite. Estos esfuerzos crean nuevo valor, mejoran nuestras habilidades y son difíciles de replicar.»
Sabemos por años de estudio en psicología y neurociencias (sobre todo la teoría del flujo y la práctica deliberada) que necesitamos de ese momento de concentración y cero distracción para estirar nuestras habilidades mentales.
Y como vimos, necesitamos de ese momento para apuntar a la excelencia, y sobre todo para lidiar con conocimientos tan diferentes para un emprendedor.
Pero ¿cómo te das ese tiempo para estar realmente concentrado en una actividad, para crear valor único y difícilmente replicable?
1. ¿Qué tareas le traen valor a tu negocio?
En primer lugar, necesitas identificar qué tareas le traen mucho valor a tu negocio.
Por ejemplo:
- Responder un correo de dos líneas a un proveedor: NO CUENTA
- Escribir un artículo de blog dónde explicas a tus clientes cómo hacer sumas en una tabla de excel nivel Dios: SI CUENTA.
- Revisar la retroalimentación de tus clientes y crear un Perfil Cliente con sus problemas y beneficios esperados: SI CUENTA
- Enviar mensajes de Whatsapp a tu asistente virtual para que no se olvide de enviar unos correos: NO CUENTA
¿Si te das cuenta de la diferencia? Al escribir un artículo de blog traes un valor difícil de replicar, incluso para una inteligencia artificial. Estás creando valor que se acumulará en el tiempo.
En cambio, escribir mensajes por Whatsapp, cualquier persona o robot lo puede hacer, literalmente cualquiera.
Eso no significa que no debes enviar mensajes o correos. Sobre todo cuando estás recién comenzando, es vital que hagas esas tareas, pero no deben ocupar todo tu día.
2. Crea una intención de Trabajo Profundo
Para tener ese momento de trabajo profundo, no basta con esperar hacerlo mágicamente, debes tener una estrategia para ponerlo en práctica día a día.
Lo importante aquí es que desarrolles constancia y práctica de Trabajo profundo y así, ejercites tu capacidad de concentración.
Pero como buenos seres humanos que somos, no es fácil porque nos cuesta salir de nuestros patrones y hábitos dañinos. Si estás acostumbrado a responder correos y chatear con tu socio, todos los días, a primera hora de la mañana, difícilmente querrás tener un momento de concentración y esfuerzo.
Por esa misma razón, necesitas una estrategia diaria que te permita tener sesiones de trabajo concentrado. Y para eso, puedes utilizar una de las estrategias más prácticas para crear hábitos y superar tus ansias procrastinadoras: la Intención de Implementación.
¿Qué es?
Es un plan muy simple que te dice qué hacer en un momento determinado. Te ayuda a tomar pre-decisiones sobre tus acciones, y así limitas el esfuerzo consciente.
Es como programarse para actuar como robot pero haciendo tareas que te ayuden a alcanzar tus objetivos.
Y así no dependes tanto de tu fuerza de voluntad.
¿Cómo haces una intención de implementación?
Tan simple como llenar una fórmula:
Si X entonces Y
Un ejemplo:
Si me siento a trabajar por la mañana entonces me tomaré 25 minutos para hacer Trabajo Profundo.
Y te comprometes para actuar de esa manera.
Y si a esto le aumentas el poder de la Técnica Pomodoro, no habrá quien te pare.
3. Controla tu atención
Ahora sabes qué tareas te ayudarán en tu emprendimiento.
También te comprometiste a tener una sesión de trabajo profundo a primera hora de la mañana y te programaste con una intención de implementación.
Estás sentado en tu escritorio frente a tu pantalla, listo para comenzar con ese artículo de blog…y tu mente comienza a divagar. Te preguntas ¿Qué es verdaderamente un blog?¿Cuál es su origen filosófico? ¿Qué hago aquí? ????
Comienzas con una espiral de búsqueda sin sentido en Wikipedia y Youtube que termina cuarenta y cinco minutos después con videos de cachorros boxer…(algunas veces es mi vergonzosa experiencia personal).
Por situaciones como esta, es muy importante que sepas cómo hacer trabajo profundo.
Para eso vamos a inspirarnos en una técnica de mindfulness que viene del budismo zen: zazen.
Es una técnica minimalista en dónde no se intenta crear un estado de tu mente especial, ni nada por el estilo.
Solo debes regresar tu atención a la respiración y la postura de tu cuerpo, una y otra vez. Si sientes que tu mente está pensando en gatitos, solo la regresas a tu exhalación y tu postura.
Y eso mismo puedes practicar durante tus sesiones de trabajo profundo. Porque no es fácil tener esos momentos largos de concentración, sobre todo si no tienes práctica.
Por eso, cada vez que sientas que estás distraído, que estás pensando en otra cosa, regresa tu atención a la tarea del momento, una y otra vez. No importa si te distraes reiteradamente, no es el momento de juzgar duramente. Solo regresa las veces que sean necesarias.
Así podrás desarrollar tu habilidad de concentración un momento a la vez. No es algo que viene de un día al otro, así que ten paciencia y disfruta del momento.
4. Maneja tu entorno
Ahora que tienes las herramientas para lidiar con tus estados internos, también es importante que arregles lo que pasa a tu alrededor.
Es muy diferente, por ejemplo, tener una sesión de trabajo profundo en la mitad de la sala de tu casa con los niños corriendo y gritando de un lado a otro, o tenerla en un ambiente silencioso y sin interrupciones.
Por eso es muy importante que también, en la medida de lo posible, límites las distracciones externas:
1. Deja de lado tu teléfono móvil: por el tiempo que hagas trabajo profundo, pon tu teléfono en modo avión o en silencioso y no te distraigas con mensajes de Whatsapp o Facebook. No eres tan importante para desaparecer por veinticinco minutos ????.
2. No tengas abierto tu correo electrónico.
3. Si estás en un ambiente ruidoso y no puedes hacer nada al respecto, ponte unos buenos audífonos y un poco de música ambiental (hay estudios que indican que la música con letras, y en menor medida la música instrumental, reducen tu capacidad cognitiva)
Tip Pro ????: Si tu horario lo permite, es mejor programar tus sesiones de trabajo profundo a primera hora de la mañana, antes de gastar tu energía mental en otras tareas.
Paso 2: ¡A tomar notas se ha dicho!
Ahora que tienes pautas para hacer trabajo profundo sistemáticamente, pasemos al meollo del asunto.
Porque luego de que te hayas comprometido y hayas creado ese espacio “zen” para trabajar, es momento de saber qué haces cuando trabajas o aprendes.
No es un secreto que vivimos en la sociedad de la información. Nunca antes en la historia de la humanidad hemos tenido acceso a tanta información en un solo lugar y a solo dos clicks de distancia.
Si quieres saber cómo publicar una página web en WordPress, solo necesitas cinco minutos para encontrar al menos tres vídeos de Youtube y cuatro guías completas en Google.
Según WebTribunal, cada día se publican 2.75 millones de blogs, solo en WordPress y hay al menos 77 millones de comentarios diarios.
Bastante impresionante…
Pero resulta también que, frente a tanta información, caemos en lo que se llama sobrecarga de información o infobesidad ????.
Tanta información nos abruma y una de las consecuencias más visibles es la parálisis por análisis: dejamos de ejecutar porque nos perdemos frente a tanta información.
Y cuando estás en un emprendimiento, no es muy recomendable quedarse paralizado…Debes lograr encontrar un equilibrio entre consumo de información y aplicación, entre teoría y práctica.
Y por si fuera poco, tenemos como hábito consumir información pasivamente, herencia de nuestros sistemas educativos.
Voy algunos años aprendiendo por mi cuenta, siguiendo cursos virtuales y leyendo artículos en el internet, y la verdad es que siempre me quedó esa sensación de consumir información que necesito pero no siempre lograba asimilarlo y aplicarlo eficientemente.
Tengo en algún lugar guardado varios cuadernos de notas y citaciones que nunca los he vuelto a coger, y peor aún, no me han servido para aprender mejor y mejorar mi emprendimiento.
Pero según la ciencia, uno de los pasos más importantes para aprender y por ende desarrollar una habilidad es tomar notas.
Al hacerlo, asimilas mucho mejor la información porque se convierten en un espejo de tu comprensión y te ayudan a concentrarte.
Pero si buscas información allí afuera, hay mil y un maneras de tomar notas: el método SQ5R, SQ7R, notas Cornell, etc. Es fácil perderse entre tanta información y consejos a veces contradictorios.
Además, la mayoría de veces se centran en el ámbito académico y no en un ámbito más práctico como el emprendimiento.
Por eso, veamos tres consejos simples para tomar notas, para que te sean útiles rápidamente y te ayuden a desarrollar una habilidad práctica.
Un objetivo para tu lectura
El primer paso para sacar el mejor provecho a tu tiempo frente a un libro o video, es tener un objetivo para tu consumo de información. Y para eso puedes hacerte estas preguntas:
- ¿Por qué estoy leyendo este libro/artículo/video?
- ¿Necesito aplicar lo que estoy aprendiendo inmediatamente? ¿Quiero memorizar información importante?
- O ¿estoy leyendo simplemente para estimular mi pensamiento y explorar ideas?
El objetivo va a determinar en gran medida cómo vas a tomar notas, y por eso es muy importante que clarifiques este punto antes de consumir información.
Si necesitas aplicar ese conocimiento inmediatamente en tu emprendimiento y no tienes mucho tiempo, pues debes tomar notas minimalistas que se centren en la información práctica más importante.
Por el contrario, si estás memorizando información debes ser muy detallista y sacar los datos, ideas o conceptos que te permitan mejorar tu comprensión del tema.
Depende en gran medida del objetivo que tengas cuando aprendas. Pero al hacerte esta pregunta y tenerla en claro, vas a poder ser mucho más preciso con tu toma de notas.
2. Escribe, escribe, escribe
Hay algo en la que todos los psicólogos, neurocientíficos y pedagogos se ponen de acuerdo: escribir no es solo una herramienta para aprender, es el acto mismo de pensar y entender.
Escribir es una forma increíble de examinar tu comprensión de un texto, de memorizar y de aprender a largo plazo.
Para Neil Levi:
Las notas en papel o en la pantalla de una computadora […] no facilitan la física contemporánea u otro tipo de esfuerzo intelectual, lo hacen posible.
Pero para que tus notas te sirvan, debes ponerlo en tus propias palabras.
Sé que a primera vista puede parecer complicado. Cuando comencé a aplicar esta técnica con mis notas, me sentía incómodo, no me acordaba de lo que decía el autor, en fin, era molesto.
Pero recuerda, para aprender debemos sentirnos incómodos, de hecho es un buen signo de que estamos aprendiendo y saliendo de nuestra zona de confort.
Para ponerlo en práctica, puedes marcar las ideas importantes en tu libro o, si es un documento digital, puedes subrayar las partes importantes y luego regresar a ellas y parafrasear.
Mi proceso es el siguiente:
- leo una parte del libro o artículo, un título por ejemplo,
- cierro el libro
- y luego anoto lo que entendí en mis propias palabras.
- Si es un video, tomo notas sobre la marcha, anotando las palabras o ideas clave.
El objetivo es transcribir con tus propias palabras las ideas del autor de la forma más simple que puedas.
3. Aplica lo que aprendiste
Ahora bien, si nos quedamos sólo en la toma de notas y no pasamos a la acción, pues no va a servir de mucho nuestro proceso.
Por lo general cuando estamos aprendiendo algo práctico vamos a querer retener estos tres elementos:
- Pasos o métodos para poner en práctica una habilidad,
- Conceptos e ideas
- Hechos o información.
Los pasos o métodos son los más importantes porque te van a permitir aplicarlos inmediatamente.
También es recomendable tomar nota de los conceptos porque, si entiendes bien las ideas detrás del aspecto práctico, va a ser más fácil aplicarlas en tu vida.
Por el contrario, debes tomar nota de los hechos o información solo si necesitas saber datos específicos. Por ejemplo algunos datos históricos. Pero por lo general no son de mucha importancia.
El consejo más práctico en este sentido es tomar notas en dos columnas:
- En la primera columna puedes anotar las ideas importantes (en tus propias palabras ????)
- Y en la segunda columna puedes anotar los siguientes pasos que debes tomar.
Y por supuesto si quieres desarrollar eficientemente tus habilidades, la mejor manera de aprender es implementarlas sistemáticamente.
4. El poder de las notas
Al tomar notas de esta forma, verás tres beneficios importantes:
1. Te entrenas a tener una comprensión profunda del tema: te fuerzas a poner lo que entendiste en tus propias palabras. Si no entendiste, simplemente no vas a poder escribir.
2. Te entrenas a ser capaz de ir a lo esencial rápidamente: Para entender lo que estás leyendo tienes que saber cuales son las ideas importantes, cuales son los pasos a seguir y qué información es innecesaria.
3. Y por último, tomar notas te ayuda a concentrarte en la actividad. Ya sea que estés leyendo, viendo un video o escuchando un podcast.
Si desarrollas el hábito de tomar notas, estarás más atento a lo que digan las personas, a las ideas importantes y eso te permitirá hacer del consumo de información una actividad que te sirva realmente para aprender.
Obviamente requiere tiempo, intuición y práctica, y por eso tienes que ser paciente y desarrollar esta habilidad poco a poco. Luego de una larga experimentación personal, llegué a estos consejos simples:
Piensa en tu objetivo, toma nota con tus propias palabras y llévalo a la acción.
Nada más que eso.
Tus notas deben servirte con el único propósito de aprender más y mejor. Caso contrario es una pérdida de tiempo.
Paso 3: Crea tu Segundo Cerebro
Ahora que sabes lo importante que es tomar notas en tus propias palabras, ¿qué haces con ellas?¿Cómo haces para encontrarlas cuando lo necesites?
Muchas veces nos ponemos a leer un artículo para aprender de marketing, tomamos notas en alguna libreta y luego todo queda olvidado en algún rincón de nuestro escritorio.
Tengo muchas libretas con notas de un montón de cursos que he tomado, que, para ser sincero, no sé dónde están, ni tampoco qué consejos y métodos me enseñaron, y peor aún, no he podido aplicar lo que supuestamente aprendí.
Pero el problema es más grave de lo que piensas…porque invertiste tu atención en esos cursos o en esos videos de Youtube. Y si luego no puedes hacer nada con ella, es un gran problema.
Muchas horas invertidas botadas a la basura.
Por eso, según Tiago Forte, uno de los recursos más importantes hoy en día es nuestra atención.
Sobre todo en un mundo dónde muchas empresas están luchando por ella, en las redes sociales, en los anuncios y plataformas de streaming.
Y en ese sentido, la gestión de proyectos para los emprendedores digitales debe centrarse en maximizar su atención: es un recurso escaso y muchas veces, difícil de obtener algo “concreto”.
Piensa en las miles de veces que pasaste concentrado en un video, te emocionó el contenido y hasta saliste descubriendo un par de ideas interesantes. Pero luego de una semana ya ni te acuerdas de qué trataba ni por qué lo viste en un primer lugar.
Esta situación es como una enfermedad endémica de los emprendedores. Lo hacemos con libros, artículos, videos y podcast. Y al final del día nos quedamos vacíos.
Guardalo todo.
Para Tiago, aquí es dónde nos ayuda la gestión del conocimiento personal: todos esos pedazos de atención que dedicaste en el pasado, se quedan contigo por un largo tiempo.
Así, ese video de dos horas, tal vez no se quede olvidado en algún lugar, sino que tomas notas, las guardas en tu programa preferido, y puedes recuperarlo para que te ayude en tu proyecto. Es como si tuvieras un Segundo Cerebro.
Podrás aprovechar la tecnología y sobre todo tu atención para que se adapte a esta forma de trabajo tan “mental”.
Por eso, desde que construí mi gestor del conocimiento personal, mi trabajo cambió totalmente.
Ya no tengo esa sensación de leer, escuchar o ver un video, y olvidarme de todo una semana después. Ahora lo puedo recuperar fácilmente, cuando realmente lo necesite.
¿Cómo implementarlo? (Aquí tienes una guía detallada)
1. Implementa estos tres procesos fundamentales para tu Segundo Cerebro
La idea del Segundo Cerebro tiene sus bases en el Personal Knowledge Management (PKM) o Gestión del conocimiento personal.
Pero el que inventó el método es Tiago Forte. Él nos propone un sistema para procesar toda la información que consumimos diariamente en nuestra computadora, en reuniones de trabajo o en tu cuaderno de notas.
Y el proceso resumido y simplificado para crear tu segundo cerebro es el siguiente:
1. Capturar: El primer paso es capturar toda la información valiosa con la que te encuentres en un solo lugar. Y para eso nos da tres consejos:
a. Piensa como curador de contenido (es decir que debes aprender a separar el grano de la paja),
b. Organiza tus hallazgos por proyectos y,
c. Guarda solo lo que te inspira.
2. Procesar y conectar: El siguiente paso es crear tus notas, pero debes intentar que sean prácticas y cortas, es decir debes ir a lo esencial de cada idea. (en detalle en esta sección)
3. Crear: No sirve de nada si sólo escribes notas, pues si quieres aprender, debes hacer algo con esa información. Y para eso Tiago Forte nos aconseja practicar la información que consumimos. Otra opción es compartir tus ideas con el mundo.
Toma cierto tiempo acostumbrarse a la idea de la gestión del conocimiento porque nunca nos enseñaron cómo aprender bien.
A mi, todavía me cuesta seguir el flujo de creación de notas y luego, aplicarlas en lo que estoy aprendiendo en el momento.
Pero por los resultados que he tenido, de verdad que hay un antes y un después…
2. Organiza tu segundo cerebro con el sistema P.A.R.A
Si necesitas un archivo urgente sobre tu proyecto y buscas en tu ordenador pero te encuentras con cientos de archivos y carpetas con nombres casi criptográficos, quiere decir que necesitas un cambio…
Ahí es dónde entra el método P.A.R.A: un sistema de gestión de la información desarrollado por Tiago Forte.
El principal beneficio de esta forma de ordenar tus archivos y carpetas es la capacidad de saber dónde poner información relevante y dónde encontrarla de nuevo cuando te haga falta. Algo muy necesario hoy en día.
Para eso, desarrolla cuatro categorías de información:
1. Proyectos: es el conjunto de actividades con un objetivo específico y una fecha límite. (más detalles en esta sección)
2. Áreas de responsabilidad: áreas generales en las que tienes alguna responsabilidad y que tengas que mantener un estándar de desempeño específico. (del estilo: Tengo que generar ingresos mensuales con mi emprendimiento)
3. Recursos: tema en el que tienes algún interés pero que no tenga ningún estándar de desempeño o acción a realizar.
4. Archivo: Cualquier item que ya no sea pertinente de las anteriores categorías.
Tus notas deben entrar en alguna de ellas.
La idea es crear un flujo de organización de la información para que no pienses mucho cuando la guardes.
Si te quedó clara la división de estas 4 categorías e intentas implementarla, estoy seguro que tendrás buenos resultados.
A mi me ha permitido clarificar mis proyectos y mis objetivos a largo plazo.
Sé que sólo es un sistema de archivos, pero cuando los tienes organizados, refleja tu mente y la claridad de tus objetivos. Lo macro se refleja en lo micro.
Y, según Tiago Forte, los principales beneficios son:
- No te pierdes en una infinidad de carpetas porque imita el número mágico de 4, asociado a nuestra memoria de trabajo y demás funciones del cerebro, lo que facilita la gestión.
- Te permite implementar, es decir, hacer accionable la información que consumes.
- Te permite distinguir entre información procesable y no procesable. La procesable estará atada a tu gestor de tareas y eso facilita enormemente la implementación.
Hoy en día es indispensable tener algún método para organizar tu información, porque cuando la necesites, debes saber dónde encontrarla.
Es una de las claves para poder ejecutar más fluidamente en tus proyectos.
3. Trabaja con Proyectos
Luego de tener una organización coherente de tus archivos y carpetas, necesitas una forma de trabajar dentro de tu segundo cerebro.
Y el principal consejo que te puedo dar es que debes organizar tu trabajo a través de proyectos.
¿Qué es un proyecto? ¿En qué se diferencia de un objetivo?
Un objetivo se centra en el resultado específico que esperas tener en un futuro cercano. Del estilo: Llegar a 1000 suscriptores para finales del 2022.
Como ves, un objetivo mide resultados externos concretos. Si al final del 2022, no tengo 1000 suscriptores, pues no me sentiré tan bien conmigo mismo ????.
En cambio, un proyecto es un plan de acción para alcanzar ese objetivo y tiene estas características:
- Tiene más de una tarea
- Tiene un resultado claro
- Tiene un plazo preestablecido
Como ves, un proyecto planifica el esfuerzo que debes hacer para alcanzar ese objetivo.
Porque, si no llego a los 1000 suscriptores, no es necesariamente toda mi responsabilidad. Depende de muchos factores que no están bajo mi control.
Lo que sí está en mi control y en lo que puedo poner todo mi esfuerzo, es en escribir todas las semanas, mejorar mi escritura y responder correos de mis suscriptores, tareas que entran dentro de mi proyecto.
Si esas acciones me permiten llegar a los 1000 suscriptores, pues qué mejor, si no, sé que di todo mi esfuerzo.
¿Cómo hacer un proyecto?
Pues es muy simple. Siguiendo las recomendaciones de David Allen de GTD, solo debes escribir en una hoja de papel o un tu programa digital favorito, los siguientes ítems:
- Nombre de tu proyecto
- Objetivo: Resultado concreto que esperas obtener.
- Fecha límite.
Luego de esta información básica, puedes comenzar a organizar tu proyecto y para eso Allen nos recomienda esta secuencia de actividades.
1. Lluvia de ideas: escribe todas las ideas locas y menos locas que se te ocurran sobre tu proyecto. Dedica un tiempo de calidad a esta actividad porque es muy importante. Te das el tiempo de “limpiar” tu mente y explorar todas las posibilidades.
2. Organizar: ahora que tienes muchas ideas, puedes comenzar a organizarlas por categorías, por orden cronológico (las que debas hacer primero) o cualquier otra organización que te parezca pertinente.
3. Siguientes acciones: a partir de tu organización ya podrás saber qué tareas debes hacer primero para avanzar hacia tu objetivo.
4. Revisión: debes regresar a tu proyecto al menos una vez a la semana para revisar tu avance y hacer los ajustes necesarios.
Sé que puede parecer tedioso al comienzo, pero al organizar tus actividades y tu Segundo Cerebro así, la información que consumas irá directamente a alimentar tus proyectos, es decir que alimentarán acciones concretas que te ayuden en tu emprendimiento.
En resumen, pienso que se podría definir la palabra emprendedor de otra manera: aprendiz empedernido que busca a como dé lugar hacer lo que le gusta y trabajar para sí mismo…
Porque eso es básicamente lo que haces, entrar en un terreno desconocido, sin saber mucho y aprender sobre la marcha todo lo que puedas para tener resultados concretos.
No es una tarea fácil, y menos aún en un mundo tan competitivo, pero ahí están las ganas y sobre todo tu mentalidad de crecimiento para sostener un esfuerzo tan grande.
Pero también puedes desarrollar un sistema que apoye tus esfuerzos, trabajar inteligentemente, y eso es justo lo que esta guía pretende ayudarte.
Así que recuérdalo, para aprender en modo DIOS debes:
- Hacer trabajo profundo
- Tomar Notas
- Implementar un Segundo Cerebro.
Tres pasos y hábitos muy útiles que te pueden ayudar a hacer de tu emprendimiento algo más fluido y gratificante.
Ahora si te gustó esta guía, únete a la Newsletter semanal con los mejores consejos sobre productividad digital para emprendedores como tú, curiosos e inquietos, que no se conforman con lo de siempre sino que buscan algo más, algo que le de sentido profundo a sus esfuerzos.
Porque al final de cuentas, cuando haces de tu emprendimiento un camino de aprendizaje, TODO se vuelve más fácil, porque sabes que en tu vida, todo es una oportunidad para aprender y mejorar.
Así que ahí te dejo con la reflexión filosófica del día, ¡Nos vemos pronto!