Los dos pilares de un buen objetivo
27 Abril 2021
¡Hola!
Hace dos semanas, leí en un blog que tener un objetivo no te ayuda en tu productividad. Según el autor, lo único que hace un objetivo es hacerte sentir mal por no cumplirlo.
Sé lo frustrante que puede ser…primero no saber por dónde empezar y, luego, cuando te decides y te pones un objetivo, no alcanzarlo nunca. Se quedan por lo general en buenas intenciones y nos persiguen todo el año haciéndonos sentir mal.
El asunto sobre los objetivos es que no podemos darle la espalda a toda la investigación al respecto, que ya lleva casi sesenta años publicando sus resultados.
Y la principal conclusión a la que llegan es que las personas con objetivos se desempeñan mejor que las que no los tienen y esto en cualquier ámbito.
Así de concluyente…
Los beneficios de un objetivo
Por si te queda alguna duda, según el psicólogo Edwin Locke los objetivos benefician el desempeño de una persona de cuatro maneras:
1. Mejora tu atención: Una persona con un objetivo pone más atención a la tarea que está haciendo que una que no lo tiene. Y esto obviamente incrementa su desempeño.
2. Te da más energía: Ya sea que se trate de desempeño físico o cognitivo, un objetivo impulsa a una persona a dar más esfuerzo para alcanzarlo.
3. Diversifica tus estrategias: Una persona con un objetivo tiende a buscar diferentes estrategias para alcanzarlo.
4. Eres más persistente: con un objetivo es más fácil continuar con el esfuerzo a pesar de las dificultades.
Como ves, un objetivo bien planteado te da todas estas ventajas.
Y sobre todo piensa en el proyecto que estás comenzando, la nueva maestría en la que te acaban de aceptar o en tu emprendimiento. Un objetivo te va a ayudar a llegar más lejos.
Obviamente, hay un pequeño truco con el objetivo.
No basta con decir “Quiero escribir un libro”, debe tener ciertas características que aumentarán tus probabilidades de alcanzarlo.
Difícil y Específico
Primero debes tener en cuenta el grado de dificultad de tu objetivo.
El principio que establece Locke en su investigación, es que los objetivos difíciles te motivan más e incrementan el esfuerzo que dedicas para alcanzarlo.
Por el contrario, los objetivos fáciles entorpecen tus esfuerzos.
Una persona que se pone como objetivo “Pasar el primer año de universidad” pone menos esfuerzo que una persona que se traza como objetivo “Pasar el primer año de universidad con un promedio de 9/10”.
También hay una condición: la persona debe aceptar el objetivo y creer que puede alcanzarlo.
Si nuestro estudiante de universidad no quiere y además no piensa que puede tener un promedio de 9/10, no va a servir de nada tener un objetivo difícil.
El segundo principio es que tu objetivo debe ser específico.
Eso significa que debes establecer claramente la cantidad de esfuerzo que vas a invertir en él. De esta forma vas a tener un horizonte claro de acción.
Por ejemplo, en vez de plantearte un objetivo que diga «Dar lo mejor de mí para escribir un libro» (yo hace un año), es mejor establecer específicamente el resultado de tu esfuerzo: “Quiero escribir 6000 palabras esta semana.”
Sin embargo, hay un pequeño detalle que debes tener en cuenta.
Si tu objetivo es muy difícil de alcanzar y te centras sólo en el resultado, puede ser perjudicial para tu productividad y aprendizaje.
Vas a pensar sólo en el resultado, sin detenerte a mirar cómo lo estás haciendo, y eso puede generar frustración.
Si crees que tu objetivo es muy difícil de alcanzar, tal vez debas plantearte un objetivo de aprendizaje que se centre en el proceso más que en el resultado. De este estilo:
Quiero desarrollar una aplicación web en dos semanas
VS
Quiero dedicar 2 horas de estudio y práctica diarias para desarrollar mi aplicación web.
De esta forma tienes un objetivo difícil y específico, pero que se centra en el proceso (2 horas diarias) más que en el resultado (tener una aplicación en dos semanas)
Hoy no quería topar el tema de las mil y un vulgarizaciones de cómo plantear objetivos eficaces (del estilo SMART), pero si quería darte estos consejos simples:
Los objetivos sirven, y si decides ponerte uno, haz que sea difícil y específico. Nada más que eso.
¿Y luego qué? 😅
Como habrás adivinado, un objetivo difícil y específico, no basta. Debes desarrollar habilidad en lo que estés haciendo, debes entrenarte, aprender y practicar, y además debes tener los recursos necesarios para alcanzarlo…Y también un plan de implementación.
Pero para eso está la Newsletter de Giro, para darte consejos sobre todo esto y puedas finalmente hacer lo que te hayas propuesto.
¡Así que mantente atento!
Si quieres explorar más sobre el tema te dejo algunos recursos interesantes:
Cómo plantearte objetivos SMART
En este muy explicativo video, nos explican cómo plantearte objetivos eficaces. Y como dice el autor: “Los objetivos nos dan impulso para superar la adversidad que experimentamos mientras perseguimos nuestros sueños.”
Una guía completa para establecer objetivos
Disciplina y constancia
Te traigo aquí una perspectiva más amplia sobre los objetivos que tiene que ver con la constancia: “¿Qué podemos hacer para ser más constantes?¿Es algo con lo que se nace o puede trabajarse?¿De qué depende que haya personas que parecen tener más disciplina que otras?” Otro episodio del podcast Entiende tu mente.
El pionero de la investigación de los objetivos
Si quieres saber más sobre la teoría de Locke, te dejo aquí un muy interesante artículo sobre sus descubrimientos y cómo se aplican a la gestión de las organizaciones y recursos humanos.
La teoría de fijación de metas de Edwin Locke
Gracias por leer esta edición de la Newsletter
¡Nos vemos pronto!