Deja de lado la procrastinación con la técnica Pomodoro
27 Julio 2021
Creo que la mayoría de nosotros hemos luchado con el problema de la procrastinación.
En mi caso, me afectó en muchos momentos de mi vida, sobre todo cuando me enfrentaba a situaciones o proyectos que parecían muy grandes y me daba miedo comenzar.
Pero si hay algún proyecto que debas empezar o que sea muy importante para tí, sabes lo crucial que es dar ese primer paso y ponerte manos a la obra.
El asunto es que no sólo nos enfrentamos al problema de no querer comenzar, sino que también tenemos viciada nuestra relación con el trabajo.
Comenzamos alguna tarea difícil y luego de cinco minutos viene una distracción y la seguimos sin hacernos muchas preguntas. Y sabemos que eso nos puede pasar muchas veces durante una hora.
Pero para hacer las cosas bien, necesitas concentrarte, no hay vueltas que darle.
Por eso, una de las técnicas que más me han ayudado a lidiar con estos dos problemas es la técnica Pomodoro. Si bien es muy popular, pienso que todavía no hemos integrado su verdadero potencial.
La procrastinación me sigue acompañando pero he seguido este consejo: avanzar un Pomodoro a la vez.
Por si no conoces la técnica Pomodoro
La técnica es bastante simple. Consiste en trabajar concentradamente durante veinticinco minutos, y luego tomas un descanso de cinco minutos.
La recomendación es que hagas hasta cuatro sesiones seguidas, luego de lo cual es necesario que tomes un descanso más largo (veinte minutos por ejemplo).
¿Por qué es tan útil?
La verdad es que es una técnica fácil de implementar. Y para mi, ese es uno de los principales beneficios. Por algo es tan famosa desde hace tanto tiempo.
Pero no se queda ahí, la técnica Pomodoro te puede ayudar así:
1. Es más fácil comenzar una tarea.
Por lo general pensamos que procrastinamos por nuestra falta de fuerza de voluntad, pero es más bien una forma en la que preservamos nuestra autoestima.
Cuando comenzamos un proyecto, nos enfrentamos a algo nuevo, intimidante e incierto. Y para no lidiar con ello, optamos generalmente por evitar esa actividad para no tener esa sensación de dificultad.
Con la técnica Pomodoro, puedes dividir un proyecto grande en tareas más manejables que se puedan completar en veinticinco minutos. De inmediato es menos intimidante comenzar un proyecto nuevo.
2. Te ayuda a concentrarte.
Según la psicología, cada vez que te distraes te puede tomar hasta veinte minutos volver a tu estado de concentración inicial. Eso significa pérdida de tiempo y productividad.
En cambio, con la técnica Pomodoro puedes crear el hábito de dejar de lado cualquier distracción durante esos veinticinco minutos de trabajo concentrado.
3. Te permite planificar mejor.
La verdad es que somos malos planificando. La mayoría del tiempo somos muy optimistas con respecto a cuánto tiempo nos va a tomar una tarea. Esta tendencia tiene un nombre científico: la falacia de la planificación.
El problema es que cuando fallamos en estimar el tiempo que nos puede tomar una tarea, el tiempo se vuelve una fuente de estrés porque no tenemos ningún control sobre el mismo.
Con la técnica Pomodoro, podemos asociar tiempo y esfuerzo para completar una tarea. El tiempo se vuelve algo positivo porque asociamos tiempo con resultados, es decir una tarea completada.
Y a medida que dominamos la técnica nos volvemos más precisos para saber cuántos pomodoros nos puede tomar una actividad.
Algunos consejos útiles para implementarla
Para que la técnica Pomodoro sea efectiva debes seguir estas tres reglas:
1. Agrupar tus tareas pequeñas
Si tienes tareas que toman muy poco tiempo, puedes agruparlas para que se puedan realizar en un intervalo de veinticinco minutos.
2. Si una tarea te toma más de cuatro pomodoros, debes dividirla en tareas más pequeñas.
Eso nos pasa generalmente cuando tenemos un proyecto muy grande y no tenemos claridad sobre los pasos más pequeños que debemos dar para avanzar en el mismo.
El pomodoro te ayuda a pensar en tareas de veinticinco minutos y eso ayuda en la planificación de tus proyectos.
3. Una vez que empieza un pomodoro no debes interrumpirlo. Así te llegue un mensaje super importante de tu esposa.
Tip pro 1: si durante un Pomodoro te viene alguna idea que no quieres que se te olvide, anótalo en un cuaderno que tengas contigo. Así puedes regresar a ella luego de que acabe tu Pomodoro.
Tip pro 2: Para mejorar tu auto-observación, puedes llevar un registro de las interrupciones, internas o externas, en una hoja de papel. Luego puedes reflexionar sobre ellas y pensar en posibles soluciones para tus sesiones futuras.
Un pomodoro recargado
Si quieres darle una vuelta a tu técnica Pomodoro, puedes implementar esta versión. La encontré en un blog hace un tiempo atrás y a veces me gusta aplicarla:
- Haz tu primer Pomodoro sin distracciones.
- Usa los siguientes cinco minutos para pensar seriamente sobre el tema y organizar tus pensamientos.
- Luego utiliza los siguientes cinco minutos para tomar notas de tus ideas haciendo una lista o un mapa mental.
- Usa los últimos cinco minutos para estirar tu cuerpo, tomar agua o dar un pequeño paseo.
- Luego de tres ciclos de cuarenta minutos cada uno, puedes tomar un descanso de veinte minutos.
Esta versión combina el Pomodoro con un poco de ejercicio físico y repetición espaciada. Tres técnicas poderosas que mejoran tu aprendizaje.
Así que tómalo en cuenta, la técnica Pomodoro te permite hacer dos cosas esenciales para avanzar en tus proyectos:
- Te ayuda a dar el primer paso que a veces nos da tanto miedo.
- Te ayuda a concentrarte durante veinticinco minutos, una habilidad esencial para hacer tus tareas más eficientemente y sobre todo más gratificantes.
Así que, armado con estos consejos, inténtalo o recarga tus pomodoros para avanzar en tus proyectos.
La técnica Pomodoro: por qué funciona y cómo hacerlo
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???? Auto-coaching: preguntate esto…
Hoy puedes hacer esta pregunta cada vez que quieras trabajar en alguna tarea importante:
¿Cuál es LA distracción que me impide concentrarme?
Sólo con el hecho de ponerlo sobre papel y hacer el esfuerzo de conocerte un poco más, te dará la oportunidad de hacer algo al respecto en tus próximas sesiones de trabajo.
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