fbpx

CÓMO APRENDER

¿Qué haces cuando te equivocas?

Andrés Nieto

26 Septiembre 2019

Una de las cosas más importantes que determinan tu relación con el aprendizaje es tu reacción frente al error. Básicamente, hay dos tipos de reacción que influyen mucho en tu capacidad para aprender. Por un lado, puedes reaccionar de forma defensiva, por ejemplo, evitando enfrentarte. O, por el contrario, “buscas” equivocarte para así aprender más y mejor.

Porque aprender es un reto emocional continuo que no se limita a aprender de memoria o utilizar técnicas de estudio revolucionarias.
Les quería compartir estas ideas sobre la mentalidad de crecimiento de Carol Dweck porque recién experimenté una situación que me hizo reflexionar sobre mi relación con el error o fracaso.

Estoy aprendiendo meditación zen y me di cuenta de algo importante. Cuando se trata de enfrentar nuevas situaciones de aprendizaje, cuando me enseñan alguna nueva técnica o forma de práctica, tiendo a hacer lo justo, lo suficiente para que no me vean o no verme a mí mismo como incompetente. De alguna forma, es como evitar equivocarse para que así no sentirte mal contigo mismo o que otras personas piensen mal de ti.

Mi actitud está condicionada por esa reacción, pero la consecuencia en mi aprendizaje es que limito mucho mi comprensión de lo que estoy haciendo. Es como pasar de año con la nota mínima para que nadie te vea o hable de ti. No te equivocas mucho pero tampoco vas al fondo de las cosas.

Y para ilústrales esta reacción, Dweck, en una de sus primeras investigaciones, hizo un pequeño experimento con jóvenes de colegio. A cada alumno, por separado, les mostró un problema matemático que tenían que resolver. El objetivo no era saber si podían o no podían con el problema, sino que quería ver la reacción de los chicos cuando se equivocaban.

Para su gran sorpresa se encontró con 2 tipos de reacciones frente al error. El primer grupo, reaccionaba negativamente, haciendo siempre alusión a alguna característica personal, diciendo por ejemplo “no soy bueno en mate”, “es que a mí siempre me va mal bajo presión”, entre otras cosas.

Este grupo reaccionaba a la defensiva, pensando siempre que alguna característica innata les hacía malos, o en su defecto le echaban la culpa al contexto.

Y para su sorpresa, sólo 2 personas reaccionaron de forma diferente. Al momento de equivocarse dijeron: “¡Me fascinan los retos! ¡Quiero intentarlo de nuevo!”

Y es que creo que en la educación que recibimos, se centran en si pudiste o no resolver el problema. Lo que hemos aprendido es que lo importante es el resultado y no el proceso de aprendizaje.

Pero según Dweck y la mentalidad de crecimiento vale más equivocarse 10 veces y reaccionar positivamente, que no equivocarte y tener una reacción defensiva.

Como un consejo, observa tu reacción frente a las situaciones de aprendizaje. Observa cómo reaccionas, cuales son las emociones que salen a flor de piel y qué decides hacer en esos momentos. Porque siempre es posible darse cuenta y luego cambiar.

¡Nos vemos en nuestro siguiente artículo!